Futuro


Lo repitió varias veces.
“Lo nuestro no tiene futuro”.
Ella era un bosque ardiendo en llamas durante el otoño,
yo era un zorro lo suficientemente astuto como para no quemarme,
pero con tanta fe, que saltaba intencionalmente hacia el fuego con la
esperanza de que el oxígeno algún día nos hiciera falta.

No creía en la realidad ni en el presente.
“Me preocupa lo que pasará después”, decía.
Yo veía la vida como una habitación para dos,
ella no estaba lista para atar lazos; pero ella
tampoco sabía que mi locura no era cuerda.

Yo nunca fui brújula ni mapa ni planes.
Me aferraba al pasado
y vivía el momento como
si no hubiera un mañana.
Ella era la chispa,
el motor,
el impulso,
la voluntad
y la certeza.

Yo quería ser libre sólo con ella;
ella también.

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