Este no es un poema,
es una advertencia:
hagas lo que hagas,
no importa
la forma,
el método,
las circunstancias,
el tiempo,
las palabras,
el lugar
o tus absurdos intentos por alejarme
para siempre de tu vida,
hay algo que nunca va a cambiar
entre nosotros,
y seré yo quien se encargará
de atormentarse
a sí mismo con ello
por el resto de sus días.
Lo digo en serio, te lo advierto;
sin importar cuándo leas esto
(si es que algún día lo haces…),
voy a quererte.
Y seguiré esperando por ti.
Nunca en el mismo lugar
y quizás algo cambiado,
pero esperando por ti.
Ya sabes cómo encontrarme.
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