
Con todo el amor del universo y por sobre todas las cosas, a mi madre y a mi padre, que entre la adversa incertidumbre de verme crecer y evolucionar, resintieron caÃdas incluso más fuertes que las mÃas, pero con sus espÃritus grandes y sus almas soñadoras, estuvieron siempre ahà para darme la mano, ayudarme a levantar y seguir avanzando.
Al espacio, al tiempo y a los acontecimientos
que me pusieron el dÃa de hoy en
el lugar en el que estoy, pues
no quisiera estar en
ningún otro
lado.
A todos mis amigos (tanto a los pasajeros como a los de planta), que no hicieron mi vida más fácil, pero fácilmente la hicieron mucho más llevadera; con su elocuencia humorÃstica y su desdén hacia las cosas que los adultos consideran importantes, hicieron de lo que va de mi existencia, la broma más larga y graciosa que alguien pudiera contarte.
Quiero hacer, además, una mención especial a una criatura muy particular (cuyo nombre preferirÃa no recordar para nada) quien me motivó a reflexionar mis dÃas con mucho más detenimiento, y logró que reviviera (de forma bastante dolorosa) mi ilusión en la vida, en el color, en las flores, en el cielo, en la magia y en el amor.
Y por último, pero no por eso menos relevante,
me agradezco a mà mismo; ya que sin mÃ,
ni siquiera este absurdo texto habrÃa sido posible.
Muy bonito, niño perdido !
ResponderBorrarMás bonita siempre serás tú.
BorrarNo estoy perdido: recuerda que no todos los que vagan sin rumbo, están perdidos.