Marte


Difícil siempre fue volar a ti con las turbinas dañadas,
el casco roto, los tripulantes necios,
desolado a la merced de tu órbita.
Dejé los trajes, me deshice de las máscaras,
prescindí de todo oxígeno y así, sin más,
crucé tu atmósfera.

Entre más cercano a ti,
más tenue te vuelves.
Desde tu suelo caí
Y entre tu cielo me pierdes.

No volví a aprender de estrellas
ni galaxias ni cometas.
Ya no aprendo más nada que de ti,
de tu planeta.

Mas si juzgas por mirada
tu vida,
ya no juzgues con sonrisa escondida.

Y de todos mis deseos, el primero dice:
“Que nunca leas los poemas que te hice”.

A Marte ya no vuelvo. A Marte nunca quise.

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